Columna vertebral: Dorsales, cervicales, lumbares.

Dorsales, cervicales, lumbares…

¿Sabes cómo se relacionan las vértebras dorsales, cervicales, lumbares y sacro con los órganos de nuestro cuerpo?

La columna vertebral es nuestro sostén, esa parte del cuerpo que nos permite caminar y ponernos de pie. Además, es la estructura que protege nuestro sistema nervioso. La columna es mucho más importante de lo que hasta ahora hemos creído y está íntimamente relacionada con todos nuestros órganos.
Es común que asociemos la columna vertebral con dolores de espalda y, en ocasiones, también con irradiación hacia extremidades. Los problemas de la columna pueden verse reflejados en los órganos de nuestro cuerpo. Esto causa no solo dolor de cabeza o espalda sino también trastornos digestivos, respiratorios e incluso ginecológicos, entre otros.

Cuida la columna, también mientras duermes.
Puedes cuidar la espalda durmiendo sobre un colchón ni muy duro ni muy blando, así como manteniendo una correcta postura durante las horas de sueño. Lo más recomendable es dormir boca arriba. Si tienes una dolencia particular, hoy en día existen camas con ajustes ergonómicos en zona lumbar, hombros..etc

¿Qué más conexiones hay entre nuestra columna y nuestro organismo?

Vértebras y órganos del cuerpo

Para que podamos comprender más todo esto es necesario que conozcamos un poco más a fondo las diferentes zonas de la columna y su relación con el resto del organismo. La columna se divide en diferentes partes: cervical, dorsal, lumbar, sacro y coxis. Cuando existen problemas en una o más zonas de la columna, concretamente en vértebras determinadas, los síntomas no solo aparecen en la espalda. Además podemos encontrar relaciones estrechas entre las vértebras y las emociones (que veremos en el próximo artículo del blog) y las enfermedades:

Cervicales

C1: es la primera cervical y es la que da soporte a nuestra cabeza. Bloqueos en esta vértebra provocan migrañas y problemas nerviosos.
C2: permite el movimiento de la cabeza y está relacionada con los órganos sensoriales (ojos, oídos, nariz y boca).
C3: si esta vértebra no está sana puede provocar daños en la piel, en los huesos y en los nervios del rostro, las orejas y los dientes.
C4, C5, C6: estas tres cervicales están ubicadas en el mismo nivel que la glándula tiroides, esto indica la estrecha relación que tienen con ella. Se relacionan con la voz, la garganta y las cuerdas vocales y pueden provocar enfermedades de laringe, faringe, etc.
C7: el estado de la última cervical puede afectar a los brazos, los codos, las manos y los hombros al producir inflamación o no permitir la libertad en los movimientos.

Dorsales

T1: los problemas con esta vértebra comportan dificultades respiratorias.
T2: acostumbra a manifestarse con dolores en el corazón y/o en los pulmones.
T3: conectada a la actividad respiratoria y al pecho.
T4: si esta dorsal está bloqueada o en mal estado puede ocasionar problemas en la vesícula biliar.
T5: el mal estado de esta vértebra se manifiesta con malestar en el hígado y con problemas de sangre.
T6: si esta dorsal no está en buenas condiciones provoca dolores estomacales.
T7: conectada al páncreas y al duodeno.
T8 y T9: Son las vértebras que se encuentran a la altura del diafragma y que, además, lo manejan. Problemas en el bazo, alergias y urticaria son las reacciones más comunes cuando existen problemas a esta altura de la columna.
T10: problemas con esta vértebra pueden provocar dolor en los riñones.
T11: puede causar enfermedades o problemas en la piel como acné o eccemas.
T12: un desequilibrio en esta vértebra provoca males intestinales, dolores articulares, afecciones en las trompas de Falopio y una deficiente circulación linfática.

Lumbares

L1: puede producir problemas en el intestino y el colon, como disentería o estreñimiento.
L2: puede provocar varices, dolores en la zona abdominal y apendicitis.
L3: relacionada directamente con los órganos genitales, la vejiga y las rodillas. También, si hay problemas en esta vértebra lumbar, puede provocar artritis.
L4: conlleva dolores en el nervio ciático y, además, en el caso de los hombres, problemas de próstata.
L5: principalmente causa dolores en las piernas, las rodillas y los pies.

Sacro

S1, S2 y S3: problemas relacionados con los órganos sexuales.
S4 y S5: dolencias y problemas de fertilidad, herpes, cistitis, cálculos, diarrea y estreñimiento.

Por último, una malformación o mala posición del coxis puede desencadenar problemas intestinales, urinarios, reproductivos, circulatorios y digestivos.

 

Información extraída de www.barcelonaquiropractic.es

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